Ventajas de las camas articuladas para personas mayores y pacientes encamados

Cuando la movilidad se ve reducida por la edad, una enfermedad o un proceso de recuperación prolongado en cama, es esencial contar con un entorno que favorezca el confort, la seguridad y la mayor calidad de vida. Las camas articuladas se convierten en una solución ideal para estos casos, ya que se ajustan a las necesidades específicas de cada persona, facilitando tanto el descanso como los cuidados diarios.

¿Qué son las camas articuladas?

Las camas articuladas  están diseñadas con estructuras que permiten ajustar la base en diferentes planos e inclinaciones, adaptándose al cuerpo y necesidades del usuario. Gracias a su sistema de articulación motorizado o manual, es posible elevar el respaldo, las piernas o ambas zonas a la vez, favoreciendo una postura más ergonómica.

Las ventajas de las camas articuladas las convierten en un elemento útil e imprescindible en el ámbito geriátrico, hospitalario y domiciliario, ya que proporciona mayor comodidad, facilita el descanso y mejora la atención sanitaria y domiciliaria de personas con movilidad reducida, convalecientes o mayores.

Mejora de la postura y el confort

Una de las principales ventajas de las camas articuladas es su capacidad para ajustarse a diferentes posiciones del cuerpo, lo que permite encontrar la postura más cómoda para dormir, leer, ver la televisión o simplemente descansar.

Las camas articuladas, como este modelo ortopédico, cuentan con un somier motorizado dividido en tres zonas (cabeza, tronco, y piernas), que se puede elevar o  bajar según las necesidades del usuario. Esta capacidad de articulación permite:

• Elevar el tronco para mejorar la respiración.
• Reducir la presión sobre el pecho o el abdomen.
• Elevar las piernas para mejorar la circulación.
• Aliviar zonas de presión y prevenir dolores de espalda o lumbares.

Para personas mayores o encamadas, encontrar una posición cómoda no es solo una cuestión de bienestar, sino también de  prevenir las complicaciones físicas.

Prevención de úlceras por presión

Estar muchas horas tumbado en la misma posición puede provocar la aparición de úlceras por presión, también conocidas como escaras. Estas lesiones en la piel son especialmente comunes en pacientes encamados y pueden llegar a ser muy dolorosas e incluso peligrosas si no se tratan correctamente.

Las camas articuladas ayudan a distribuir mejor el peso del cuerpo y permiten cambiar de postura con facilidad, lo que reduce los puntos de presión. Además,  recomendamos completar la cama con colchón antiescaras adecuado,  ya que de esta forma podrá prevenir las lesiones o  tratar  las existentes.

Mayor autonomía para el usuario

Una de las grandes preocupaciones de las personas mayores es la pérdida de autonomía. Las camas articuladas, especialmente las que cuentan con mando eléctrico, permiten que el propio usuario pueda modificar su posición sin ayuda externa, lo cual refuerza su independencia y autoestima.

Poder incorporarse parcialmente, elevar las piernas o cambiar de postura sin necesidad de asistencia constante es una ventaja de las camas articuladas clave de cara a la notable mejora en la calidad de vida de quienes deben pasar muchas horas en la cama.

Facilita la labor del cuidador

Además de beneficiar al paciente, las camas articuladas también ofrecen ventajas en el trabajo de los cuidadores, ya sean profesionales o familiares. Elevar el cabecero o el cuerpo del paciente permite:

• Hacer transferencias más cómodas y seguras (a una silla de ruedas, por ejemplo).
• Realizar curas o cuidados sin forzar la espalda del cuidador.
• Administrar alimentos o medicación en posición incorporada.
• Cambiar pañales o ropa de cama con mayor facilidad.

Estas camas reducen el esfuerzo físico del cuidador y favorecen una atención más eficiente y segura.

Mejora de la circulación sanguínea

Muchas personas mayores sufren problemas de circulación, especialmente en las piernas. La posibilidad de elevar las extremidades inferiores permite mejorar el retorno venoso y reducir la hinchazón, los calambres y la sensación de pesadez.

Esta ventaja de las camas articuladas no solo ayuda a aliviar molestias, sino que también es una medida preventiva ante problemas más graves como trombosis o edemas.

Aumenta la seguridad y reduce el riesgo de caídas

Las camas articuladas pueden complementarse con barandillas de seguridad, frenos en las ruedas y sistemas de regulación en altura, que son especialmente útiles para prevenir caídas al entrar o salir de la cama.

Una altura regulable, por ejemplo, permite adaptar la cama a la estatura del usuario, lo que facilita que pueda levantarse con mayor estabilidad.

Favorece el descanso y el sueño reparador

Dormir bien es fundamental para la recuperación física y mental. Las personas mayores y los pacientes encamados suelen tener dificultades para conciliar el sueño debido a molestias físicas, dolores o posiciones incómodas. Al permitir ajustes precisos de inclinación, las camas articuladas contribuyen a un descanso más profundo y reparador.

Adaptabilidad a tratamientos médicos

En muchos casos, las personas encamadas necesitan tratamientos médicos regulares, como drenajes, oxigenoterapia o curas de heridas. Las camas articuladas facilitan la administración de estos tratamientos, al permitir posicionar al paciente de la forma más adecuada para cada intervención.

Además, su diseño permite el uso de grúas de traslado, tablas de transferencia y otros accesorios que mejoran la atención domiciliaria o hospitalaria.

Las camas articuladas no son solo una solución práctica, sino una herramienta fundamental para mejorar la calidad de vida de personas mayores, pacientes con movilidad reducida o personas en procesos de recuperación. En CasaOrtopedia.es encontrarás una cuidada selección de camas articuladas con motores silenciosos, estructuras robustas, barandillas y múltiples opciones de configuración. Además, si necesitas asesoramiento experto y personalizado, estamos para ayudarte a elegir la mejor opción según tus necesidades.